En el container bien sudados - Parte 1

 Estaba en la casa de un amigo, era temprano, me había quedado a dormir, y como estaba lejos de mi casa decidí meterme a Grindr para ver que había cerca, y si salía algo antes de devolverme a mi casa.


Me habla un tipo venezolano de unos 36 años, tenía puesta una foto sin polera pero no mostraba su cara. Me interesó el altiro, así que empezamos a conversar. Me dijo que estaba en su lugar de trabajo, y le pregunté si tenía lugar seguro para poder hacer algo, por último para ir a chupárselo, a lo que me dijo que sí, que podía ser, pero que teníamos que hacerla piola.


Logramos coordinarnos para juntarnos al medio día o un poco pasado las 12, y me manda una foto de su pico. Era una foto en donde no la tenía parada, y se veía gordita, pero no tan grande. Me decepcioné un poquito, pero pensé que quizás, parada, iba a ser mucho mejor.


Pasó la hora y me fui para el lugar acordado. Ahí conocí a José, trabajaba en una ubicación bastante pública, con bastante gente, me costó llegar y encontrar el lugar, pero lo logré. Cuando llegue sentía que iba a ser imposible hacer algo, ya que además de que era un lugar donde pasaba mucha gente afuera, él debía estar atento a cualquier llamado.


Cerró una primera reja, y luego cerró la puerta del container en donde estábamos, afuera había mucho ruido por la gente, pero de repente me anime a arrodillarme y a acercarme para desabrocharle el cinturón y el pantalón. De primera me gustó mucho, tenía buen olor y su boxer lo hacían ver muy sexy. Comencé a pasar mi boca húmeda por encima de su boxer, para que de a poco se le parara, pero no aguanté mucho más, y se los bajé a los pocos segundos.


De ahí saltó un pene igual que el de la foto, lo toqué, y a pesar de que se veía más pequeño en la foto, en persona se sentía mucho mejor. Se lo empecé a mamar y empezó a crecer de inmediato dentro de mi boca, cada vez se hacía más grande… que pico más rico me estaba comiendo. De vez en cuando el viento nos asustaba y nos hacía pensar que alguien venía dentro del container y en esos momentos me levantaba rápidamente y él se levantaba el pantalón.


De a poco empezó a tomar más confianza, y mientras más dura la tenía, me empezaba a tomar la cabeza para que me atragantara. Su pico era bien grande y grueso, así que me atoraba bastante, mi garganta me llegaba a doler, pero lograba aguantar unos segundos así. Me encantaba como me estaba tratando, pero quería que me tratara aún más como sumiso. Yo seguía chupando, y me tomaba la cabeza y me follaba la boca por harto rato, hasta que la dejaba dentro de mi garganta por un rato.


Hasta ese momento solo se lo había chupado, así que me levanté la polera y le pedí que me apretara fuerte mis pezones. Lo hizo pero tuve que pedirle que lo hiciera un poquito más fuerte. Uff, que rica la sensación de dolor en los pezones mientras chupas una rica verga. Le pedía que lo hiciera fuerte, y lo miraba cada vez que lo hacía, así el entendió que lo que yo quería era sentir placer siendo su putita.


Puso su mano sobre mi garganta y me apretó, luego me pegaba cachetadas, despacitas pero lo suficiente para sentirse con poder sobre mí, yo estaba muy caliente. Me pidió que me bajara los pantalones, así que lo hice, tenía los boxer mojados con líquido preseminal de lo caliente que estaba. Me empecé a pajear mientras se lo chupaba y mientras me apretaba las tetillas. Era placer por todos lados.


Después de un rato me dice que me levante, que me quiere puntear un poquito. Yo accedo, pero solo un poquito, porque sentía que no estaba preparado en ese momento. Me puso saliva en mi culito y me empezó a puntear y a meter de a poquito, a mi me dolía mucho, me dejé un rato pero no pude mucho más, así que volví a chupárselo.


Después de mucho rato chupándoselo ya tenía mis tetillas demasiado adoloridas, tanto que al más mínimo roce me dolía demasiado, pero quería seguir aguantando para él, de hecho cada vez que me masturbaba, tenía que parar enseguida porque sentía que iba a irme cortao altiro. De vez en cuando el me pajeaba, y en una de esas me hizo sentarme y me la chupo muy rico. Tuve que pensar en cosas feas para no irme.


Le pregunté si le gustaban los besos, me dijo que sí, pero no atinó a besarme. Yo seguí chupando, de vez en cuando el bajaba a lamerme los pezones, a morderlos. Uff, imagínense ese dolor que sentía en ese momento, pero tan placentero a la vez. En una de esas hace que me levante, me abraza, me empieza a tocar el cuerpo, y comienza a darme el medio beso con lengua, que wea más rica. 


Hacía mucho calor, estábamos ahí sudando juntos, me apretaba por todos lados, me dolían las tetillas, me las mordía… le pedí que me las apretara muy fuerte mientras me besaba. En ese momento me quise ir, tuve que aguantarme mucho.


Habían pasado ya varias horas, y yo quería puro irme cortao, pero quería que se fuera el primero. Le pregunté si le quedaba poco, me dijo que no, así que empezó a pajearse el mismo mientras yo se la chupaba de vez en cuando, o me recostaba en la silla, pajeandome un poquito y tocándome las tetillas para que el me viera mientras se pajeaba.


Me tomaba del cuello, me pegaba, me levantaba y me mordía las tetillas, hasta que se vino en mi cuerpo. Yo enseguida me pajié para irme, y le tiré sin querer semen en su ropa, exploté, estaba muy caliente.


Hacía muchísimo calor, estábamos sudados, pero hace mucho que no tenía sexo así. A pesar de que el lugar no era cómodo, me sentí bien putita, así como me gusta. Lamentablemente quedé con la sensación de que algo faltó… quería que me follara… así que coordinamos para las semanas siguientes en vernos de nuevo. Durante esos días me pajie muchas veces pensando en él, hasta que llegó ese día.


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